Así lo reveló un nuevo informe presentado hace pocos minutos por la ONG Colombia Diversa.
El documento revela un preocupante panorama de la situación de derechos humanos de la comunidad LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgeneristas).
El estudio, que reunió las denuncias oficiales presentadas entre los años 2008 y 2009, reveló que en ese período de tiempo fueron asesinados 127 miembros de este colectivo: 57 fueron hombres gay, 31 de la categoría "homosexual", cuatro lesbianas y 35 transgeneristas. (Ver más noticias relacionadas con la comunidad LGBT)
Se conocieron 74 muertes violentas, 46 crímenes por prejuicio (originados por la identidad sexual de la víctima) y siete homicidios no motivados por el prejuicio. Entre el 2006 y el 2007 se registraron 99 homicidios.
Antioquia registró el más alto rango de homicidios (51), seguida por el Valle del Cauca (19), Bogotá (14) y Risaralda (13). Llama la atención el caso de Risaralda, que de reportar cero homicidios en el período 2006-2007 pasó a registrar trece casos entre el 2008 y el 2009.
Entre ese mismo período de tiempo fueron asesinados al menos tres defensores de derechos humanos de la población LGBT.
Las víctimas fueron Fredys Darío Pineda, Álvaro Miguel Rivera y Wanda Fox. Hasta el momento, en ninguno de los tres casos se ha identificado a los responsables.
Colombia Diversa identificó que los prejuicios sociales y la discriminación por orientación sexual o identidad de género siguen siendo las motivaciones más frecuentes de las más graves violaciones de los derechos humanos de esta comunidad.
En el 2008 y el 2009 al menos cinco mujeres lesbianas, diecisiete hombres gay y 36 transgeneristas fueron víctimas de abuso policial.
En los casos de lesbianas, la agresión policial correspondió muchas veces a actos de violencia sexual; en los casos de hombres gay, al desalojo obligado de espacios públicos. Y en el de las llamadas mujeres trans, a la retención transitoria.
REDACCIÓN VIDA DE HOY
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Lo anterior, más que una noticia, es un llamado a todos nosotros, para que abramos los ojos y nos demos cuenta de la importancia de seguir luchando por los derechos de la comunidad LGBT. No podemos quedarnos con las manos atadas viendo como la impunidad y la discriminación continúan avanzando. Los casos mencionados son sólo algunos de los que realmente ocurren a diario en Colombia y en el resto del mundo, pero que lastimosamente por miedo a denunciar no son reportados. Podemos estar seguros que la magnitud del problema es aún mayor de lo que parece, y por lo tanto, la importancia de nuestra lucha todavía más grande.
Junta Directiva - Círculo LGBT Uniandino
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